Hellboy II: El Ejército Dorado

Tras la ruptura de un acuerdo milenario entre la humanidad y los poderes invisibles de un mundo fantástico, el infierno en la Tierra está cada vez más cerca. Un líder despiadado, que se maneja tanto en el mundo de los humanos como en el de las criaturas, decide traicionar a sus ancestros, y despierta a un ejército imparable de criaturas diabólicas. Ahora, en este momento de debilidad, el superhéroe más duro deberá combatir contra el imparable líder y su ejército. Es rojo, caliente e incomprendido… es Hellboy (Ron Perlman). Junto a su equipo habitual de la Agencia de Investigación y Defensa Paranormal, la piroquinética Liz Sherman (Selma Blair) y el anfibio Abe Sapien (Doug Jones), y contando esta vez con el protoplásmico y místico Johann Kraus, Hellboy viajará entre los dos mundos, haciendo frente a las versiones corpóreas de los seres invocados desde el mundo de fantasía. Hellboy, que pertenece a los dos mundos, deberá elegir entre la vida que conoce y el desconocido destino que le reclama.

Nos encontramos ante una buena pelicula, de eso no cabe duda ninguna. Pero, distintos elementos merecen ser comentados y aclarados.

En el mundo del cine nos encontramos con directores egocentricos que cuando realizan una adaptación, llevan a cabo su interpretación de la misma y de forma poco modesta (para eso casi que mejor se inventen ellos la historia) añaden su nombre al título. El ejemplo más reciente que tengo de esto sería quizás el Peter Jackson's King Kong (nombre original y verdadero del filme). Un director al que le resulta casi imposible dejar su sello, o mejor dicho su estilo en todo lo que hace es Guillermo del Toro. Y desde El Laberinto del Fauno este estilo es más marcado que nunca. Si hay un director que se hubiera merecido que su nombre apareciera en el titulo de su obra, ese es Guillermo.

Porque ha creado su propia versión de Hellboy, alejandose del original la distancia justa para ser distinto y a la vez respetuoso con el original. Encontramos unos personajes menos oscuros, con un contrapunto más divertido que no encontramos en los comics, y esto puede chocar al lector habitual, incluso, si es de los puristas, desmotivarlo. Pero todo seguidor habitual del demonio rojo debería acercarse con cierta flexibilidad ya que si bien quizás los personajes sean distintos, estan tratados con sumo cariño. La historia, muy buena, coescrita entre Del Toro y Mignola (creador de la criatura) se aleja del mundo terrorifico tipico de la serie hacia aspectos más fantásticos propios de la obra de Guillermo. Aunque un leve (muy leve) tirón de orejas ya que en lo que a las relaciones entre los personajes han optado por lo más fácil y simple.

Quizás la única pega seria (y tampoco lo es) sea el doblaje. No porque este sea malo. Desde aqui seguimos defendiendo a los dobladores españoles como los mejores del mundo. Aunque quizás sea el momento de reconcer (despues de El Caballero Oscuro y este Hellboy II) que donde quizás no tengamos mucho tino es a la hora de elegir las voces. José Mota, Santiago Segura y el resto de dobladores hacen un trabajo encomiable dándoles a los personajes una frescura de la que carecían en la obra original y que no les sienta nada mal. Pero en el caso de los dos primeros quizás se trate de voces demasiado conocidas (sobre todo en el caso de Mota, que además son facilmente asociables a otros personajes) y no ayudan a meterse en la trama.

En definitiva, una buena pelicula, que da un pasito más que la primera parte, tratando a la obra original con sumo respeto y cariño, pero alejándose lo suficiente para no ser un calco de la misma. Recomendable para todo el mundo en general pero especialmente para los seguidores de la saga de mente flexible.