Perry, un programador informático introvertido, y Gordo, un free-lance que entre otras cosas se dedica a hacer de camello, residen en Seattle y deciden ir a pasar un fin de semana a la montaña. En medio de este entorno idílico les sorprende un apocalipsis nuclear perpetrado por Corea del Norte y tendrán que pasar por mil y un peripecias para tratar de sobrevivir en un entorno completamente diferente del que estaban acostumbrados en Seattle. Esta lucha por la supervivencia modificará sus personalidades y su relación.
Antes de comenzar, seamos sinceros. Petet Bagge nunca ha sido santo de mi devoción.
Quizás sea debido a que mi primer contacto con el autor tuvo lugar en las paginas de El Vívora, revista a la que, siendo un adolescente de hormonas alteradas, me acercaba por sus sugerentes portadas. Y siendo sinceros, Odio (que era lo que Bagge publicaba en la revista por aquel entonces) me parecía lo menos sugerente de todos los contenidos. Ya un poquito más talludito y animado por varias recomendaciones realizamos un segundo intento, aprovechando que mis hormonas ya no son lo que eran.
El resultado es el mismo, más maduro, pero el mismo. Esta vez por lo menos he sido capaz de leer el libro entero (algo impensable en mis años mozos) y no me ha resultado aburrido. Sin embargo tampoco me ha resultado entretenido. Quizás sea que no termino de entender el humor de este buen hombre, por lo que quizás resulte complicado analizar el comic objetivamente.
Aquellos que gusten de leer habitualmente las historias del autor, disfrutarán ampliamente de esta novela grafica. El dibujo es el mismo que ha hecho tan caracteristico al autor, asi como el humor y los gags. Por lo que la calidad de la obra dependerá basicamente de lo mucho o lo poco que os guste el amigo Peter.
En definitiva, una obra entretenida simplemente para el lector medio, que encantará a los seguidores de Peter Bagge. Es puro el, y eso es lo mejor y lo peor del libro a la par.
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