¿POR DONDE EMPIEZO?

domingo, febrero 21, 2010

The Legend of Zelda: Spirit Tracks

¡Una nueva leyenda comienza! Link y la Princesa Zelda se embarcan en una aventura juntos por primera vez. Hace muchos años, los Dioses sellaron el espíritu de un perverso ser en una inmensa torre, pero está listo para regresar. ¿Podrán Link y Zelda restaurar las vías sagradas antes de que reine la oscuridad?

Lo saben muchos, pero no todos. Los protagonistas de cada entrega de The Legend of Zelda no son los mismos (al menos no siempre) que aquellos que manejabamos en capitulos previos. Cada Link, y cada Zelda que pasan por nuestras pantallas, son descendientes (sanguíneos o no) de los anteriores. De esta forma, entre entrega y entrega pueden pasar cientos de años, o simplemente décadas. Si sabiendo esto intentamos ordenar la saga en una cronología (http://www.youtube.com/watch?v=Z_dn9tKBoJc) puede empezar a salirnos sangre por la nariz y los oídos del esfuerzo. Lo que debemos saber de este Spirit Tracks es que es continuación "directa" (han pasado pocos años) de The Phantom Hourglass que a su vez lo era de The Wind Waker. Y es que aunque el juego se puede jugar sin haber pasado por los títulos mencionados, nos encontraremos con varios guiños a estas "precuelas".

Entrando ya en materia, en esta ocasión sustituímos el caballo y el barco por una máquina de tren a vapor, de forma que una vez más se nota el esfuerzo por ofrecer algo nuevo dentro de un planteamiento tan simple como el de la saga (héroe que rescata a princesa de las garras del mal). Este capitulo pertenece al conocido como "toon" Link, por lo que el humor abundará aunque no nos faltarán los momentos épicos imprescindibles. Basicamente tenemos dos tipos de dinámicas de juego. Para movernos por el mundo iremos sobre el tren disparando a todo lo que se mueva, ya sea porque nos desplazamos nosotros, llevamos pasajeros, o trasladamos mercancías. El mapeado es bastante amplio y está dividido en 4 zonas (con una quinta y una sexta ocultas) con numerosos andenes. En cada andén pasaremos a movernos a pie, visitando ciudades, aldeas y mazmorras. Es aquí donde más se explota el control táctil de la consola, moviendo y atacando con el puntero. El uso de las armas especiales también explotará nuestra DS al máximo teniendo que tocar y soplar en numerosas ocasiones. Por último habrá no pocos momentos en los que tendremos que manejar a dos personajes (Link y Zelda) a la vez, potenciando los puzzles de formas bastante imaginativas.

Gráficamente hablamos de una DS (posiblemente la consola que se encuentra en la cola si nos referimos a potencia), pero el juego no decae gráficamente en ningun momento, ya que no sabríamos si decir que alcanza el límite, pero aprovecha bastante bien las posibilidades de la máquina. A todo esto hay que añadir una banda sonora memorable (como casi todas las de la saga) que refuerza todos y cada uno de los momentos del juego). La dificultad está ajustada y no tendremos muchos problemas para terminar el juego. Sin embargo, para acabar todas y cada una de las mazmorras y minijuegos, necesitaremos alguna ayudita. Sobre todo nos encontramos ante un juego muy divertido.

En definitiva, un juego muy recomendable. Imprescindible para lo seguidores de la saga. Qué gracias a su aire cartoon y su estudiada jugabilidad nos hará pasar buenos ratos delante de la consola.

miércoles, febrero 10, 2010

LaZarillo: Matar zombies nunca fue pan comido

Por fin ve la luz lo que jamás te enseñaron en la escuela, la verdadera historia de Lázaro de Tormes, contada por él mismo:

De cómo ciertas criaturas se empeñaban en no descansar en paz.

De cómo Lázaro se unió a un escuadrón de asalto paranormal.

De cómo sobrevivió en un país con mucho hideputa suelto (de ultratumba y de más acá).

De cómo, en resumidas cuentas, Lázaro de Tormes se convirtió en uno de los mayores cazadores de zombis del Imperio, y de los problemas que esto le trajo con la Corte y la Santa Inquisición.


Mal que pueda pesar a alguno (entre los que me incluyo como ferviente detractor de las modas) los zombis, zombies o como cada uno los llame en su casa, están ganando popularidad. Al goteo lento e incesante de películas de dicha temática, se puede sumar una repentina oleada de libros con el no-muerto como protagonista. Los tenemos lentos, rápidos, tranquilos, agresivos. Libros como Apocalipsis Z, Días Oscuros, Zombie Island, Zombie Nation y Zombie Planet (estos últimos trilogía), Guerra Mundial Z, Zombi: Guía de supervivencia, etc; nos han obsequiado en los últimos meses con multitud de historias de diversa índole. Una cosa está clara, tendremos que acostumbrarnos a ver la Z en la estantería de novedades de nuestra librería.

No podemos entrar a diseccionar los posible subgeneros con los que puede contar la mitología del zombi. Pero si en su día hablamos de lo interesante de Apocalipsis Z que no fue otra cosa que reflejar la historia en el AQUÍ y AHORA del pan nuestro de cada día, dotando a la novela de una verosimilitud que le sentaba muy bien. LaZarillo surge en la estela de otro libro que lo que hace es algo parecido, y a la vez diametralmente opuesto. Hablamos de Orgullo, prejuicio y zombis cuyo interés radica en tomar una novela ya existente y de reconocido merito cultural, e introducir el elemento zombi. Desconozco (de momento) el resultado de dicha novela, pero sí podemos hablar de como ha quedado este lazarillo matazombis.

El resultado es bastante aceptable. Aunque hay que avisar al futurible lector de que el libro engaña un poquito. Aquél que lea la sinospsis, puede pensar que se trata de un libro de humor. En absoluto, al menos no más allá de lo que fuera la novela original, ya que, al menos en los primeros compases, las similitudes son bastante claras. No, la novela que nos ocupa vendría a ser más una novela de aventuras o intriga con tintes sobrenaturales. Posiblemente un tímido acercamiento al terror. Desde primera hora también se da a entender que la novea está escrita por el auténtico Lazarillo de Tormes. La broma está bien, aunque no es del todo acertada. Dentro del libro, tenemos dos historias, una ambientada en la actualidad y narrada en forma de reportaje periodístico (y firmada por el verdadero autor del mismo, que dejaremos en el anonimato para respetar esa curiosa decisión suya de no darse a conocer hasta la firma en la última línea de la obra). La otra es un manuscrito que lee uno de los personajes y que (éste si) está escrito de puño y letra de Lázaro González Pérez de Tormes. Esta división argumental favorece a la novela dotándola de esa falsa credibilidad de la que ya hablabamos en Apocalipsis Z.

Centrándonos ya en el argumento. Hablaremos sobre todo de la historia que narra las andanzas de Lázaro ya que es el auténtico grueso del libro. Ya que la verdadera labor de la historia contemporánea es funcionar como prólogo y épilogo de la misma. En general el libro está bien escrito y resulta en todo momento ameno de leer. No es muy extenso (apenas llega a las 200 páginas) y cuenta con un tamaño de fuente generoso; así que los lectores más voraces serán capaces de dar buena cuenta de él en un día a lo sumo. Una vez ya metidos en faena, se observa claramente que el tema sobrenatural, supuesto centro argumental de la historia, se trata de forma, tímida, disimulada, muy sutilmente. Y esto le sienta bien a la obra. Pues en los primeros Tratados (así se dividen los capítulos) seguiremos prácticamente el mismo camino de la novela original, para despues lanzarnos de cabeza al meollo del asunto. Aunque de nuevo recalcar que dada su breve extensión la obra no se presta a alcanzar una profundidad excesiva. Quizás lo unico que le pueda faltar a la novela sea eso, el haber sido más ambiciosa y haber apostado fuerte por crear una mitología propia, que a fin de cuentas es lo que suele funcionar en este tipo de productos.

En definitiva, una lectura bastante amena, recomendada para los amantes de los libros de zombies, vampiros y demás seres preternaturales, que si bien no merecería la pena en un formato más caro, en bosillo cumple a la perfección.