¿POR DONDE EMPIEZO?

miércoles, junio 15, 2011

¡Caramba!

¡Caramba! es un fanzine de humor que habla de eso mismo, del humor. Un total de 30 autores reunidos en 100 páginas para hablar de los mecanismos que nos hacen reír, descubrir cuántos significados se le pueden dar a un mismo chiste y ponerle cara a Jaimito, al perro Mistetas, a los de Lepe y al inglés, al francés y al español, entre otros personajes populares.

En ¡Caramba! podrás encontrar historietas, textos y pasatiempos de Albert Monteys, López Rubiño, Joan Cornellà, Mauro Entrialgo, Juanele, Rubén Fernández, Jorge Parras, Raúl Minchinela y Puño, Bernardo Vergara, Santiago García y Javier Olivares, Jorge de Cascante, Laura Pacheco, Sergio Córdoba y Juaco Vizuete, Manuel Castaño, Guille Martínez-Vela, Jose Luís Ágreda, Carlos de Diego, Luis Bustos, Juarma, Clara Soriano, John Tones y Guitián, Paco Alcázar, Andrés Palomino, Néstor F, Manel Fontdevila, Pedro Vera y Manuel Bartual, que es quién se ha encargado de coordinar todo esto con la inestimable ayuda de Alba Diethelm.

¡Caramba! incluye como complemento el álbum de cromos "Holocausto Australopithecus" de David Sánchez. ¡Una monada de álbum!


No voy a engañar a nadie. En los salones suelo evitar las mesas con los fanzines. Y reconozco que es una mala acción por mi parte. Es en esas mesas llenas de folios grapados donde se sientan aquellos que editarán en tapa dura el día de mañana. Otro tópico. Mea culpa. Los fanzines necesariamente no son folios grapados. Antes si lo eran, pero cada vez podemos encontrar con mayor frecuencia trabajos que no tienen nada que envidiar a las publicaciones de algunas editoriales. No, definitivamente los fanzines, al menos de momento, no son lo mio. Prometo enmendarlo.

Pero, ¿porqué me he lanzado sin pensarmelo a hacerme con este ¡Caramba!? ¿Es por la mosca de plástico o la chapa del perro Mistetas? Bueno, si, un poquito. Pero lo que realmente me hizo pulsar en el botón de "comprar" fueron los nombres que aparecían en la contraportada. Muchos de ellos ya consagrados en la historieta española. Pero además, quise tener muy en cuenta la temática del fanzine. Algunos se centran en el terror. O en un especial superehéroes. O Volumenes Temáticos de Chicas en Bikini. Pero en este caso, lo que estos 30 autores quieren analizar en profundidad es el humor en sí mismo. Cómo funcione, de qué y porqué nos reímos. Donde están los límites. Veamos si lo han conseguido.

Las primeras impresiones al sacar el librito del paquete han sido inmejorables. Sobre todo por los regalitos. Pero es que la verdad es que vuelve a sorprender la calidad de la edición para ser un fanzines (repito que seguramente la que hable en estos momentos sea mi incultura, ya rendiré cuentas con ella). Sin embargo, al hojearlo se aprecia ese estilo fanzinero (voy a intentar no reincidir sobre estos conceptos más, puesto que conforme escribo me percato de mi error y me siento realmente mal por ello) que podemos encontrar en otras publicaciones. Cada autor ha aportado su granito de arena dando su visión sobre el humor. Algo que recuerda mucho a los "extras" de la revista El Jueves.

Es precisamente este formato (fanzinero o de revista de humor, cada uno que escoja lo que prefiera) el que convierte a ¡Caramba! en una obra irregular; ya que depende de cada página por sí misma el salir airosa en la valoración del lector. He de decir en líneas generales que el conjunto total aprueba. Pero tampoco está demasiado cerca del sobresaliente. No deja de ser un experimento, y como tal, será en su continuidad (si llega a darse) donde con el tiempo, termine por aflorar la genialidad (o no).

En definitiva, una obra curiosa. Recomendada si te gusta un porcentaje alto de los autores aquí englobados, o tienes muchas ganas de poder ponerte una chapa que diga: ¿Has visto a Mistetas?.

martes, junio 14, 2011

Flash nº 01: La infame muerte de los villanos

Después de una temporada bastante agitada, Barry Allen por fin tiene tiempo para estar con su querida Iris y retomar su trabajo en la policía de Central City. Por desgracia, esa tranquilidad terminará en cuanto aparezca el cadáver de uno de sus peores enemigos. Con una investigación que tendrá unas consecuencias imprevisibles, comienza la nueva serie de flash escrita por Geoff Johns y dibujada por Francis Manapul con la ayuda de Scott Kolins.

La noche más oscura nos devolvió a varios personajes, entre los que se encontraban el Flash Reverso y el primer Capitán Bumerán. Este volumen relata y amplía el origen secreto de ambos villanos con ese estilo característico que usaban Geoff Johns y Scot Kolins cuando se ocupaban con las aventuras del Flash: Wally West. Pero eso no es todo, ya que los acontecimientos que aquí se incluyen suponen el primer paso hacia Flashpoint, la próxima gran saga del Universo DC.


Nueva etapa. No se cuantas van ya. Casi nos parecemos a esto de los tebeos. Donde nuestros héroes favoritos vuelven una y otra vez bajo el estandarte el archiconocido número 1. Y nunca mejor dicho en este caso, ya que nos encontramos ante el nuevo relanzamiento de el velocista escarlata después de lo acontecido en La noche más oscura. Resulta curioso que acabe de salir en nuestro país el primer recopilatorio de esta nueva etapa cuando acaban de anunciar que tras lo ocurrido en Flaspoint (ya veremos algo en el número 2) la totalidad de las colecciones del universo DC comienza desde cero. Esperemos durar mas que esta nueva colección de Flash.

De un tiempo a esta parte, el ciudadano español ha sido consciente de algo que en los callejones más oscuros de nuestras ciudades se denomina como "la crisis". Seguro que os ha llegado algo. Nadie ha escapado a esta situación, ni siquiera el mercado del cómic. Sin embargo, parece que hemos sabido disimularlo muy bien. Ya que no sólo se ha mantenido el ritmo de publicación habitual, sino que en algunos meses de salón, parece que seguimos empeñados en reventar las carteras de los lectores a base de tochales en tapa dura. En un intento de ser más selectivo, y por ello de gastar menos dinero (una vez más, una nueva etapa) este que les escribes canceló por completo su suscripción a la totalidad de las series regulares (o no) que seguía y que no eran pocas. Siempre se puede encontrar calidad en la novela gráfica, pero seamos serios. Por mucho que nos guste lo bueno, nunca nos resistimos a nuestra ración de mallas de colores. Pero... ¿qué comprar? ¿Qué seleccionar entre la ingente cantidad de colecciones de numeraciones interminables?

La respuesta tenía nombre propio. Geoff Johns. Durante largo tiempo puedo afirmar de haber disfrutado como cuando tenía 15 años leyendo lo que el mencionado guionista ha ido trabajando poco a poco, lentamente en Green Lantern, sus colecciones hermanas y sus correspondientes eventos. Si. Teniendo que elegir una sola colección, iba a ser Green Lantern. Pero la curiosidad mató al gato, o en este caso a su cartera. Y mirando y remirando qué más había escrito este señor, pude comprobar que lo del portador del anillo no había sido casualiad. Aquí había calidad. Especialmente a largo plazo. Y es que si de algo puede presumir Johns, es de saber plantar las semillas para crear toda una nueva mitología desde cero. Lo hizo con Green Lantern y después de leer Flash: Renacimiento y Flash: La Noche más Oscura. ¿Cómo no hincarle el diente a esta nueva etapa del velocista más famoso?

Sin embargo, por mucho que nos guste ver a Flash correr, las prisas no son buenas. Y en lugar de dejar que nuestro guionista preferido vaya sembrando su campo lentamente, como él sabe hacer; resulta que tenemos evento (de los gordos, señores) antes del primer año de colección, y que al final del mismo, Johns deja la colección para relanzar a Aquaman. Y es que, efectivamente, nos encontramos a un hombre con una hablidad reconocida para reiniciar o recolocar tanto a personajes como la totalidad de sus mitologías. Pero sinceramente, quedarse sólo con eso es como comprar un helado y comerse sólo el cucurucho. Y leyendo este Flash: La infame muerte de los villanos uno no tiene esa sensación de estar ante algo grande. Algo que nos deparará largas horas de entretenimiento cuando releamos etapas enteras de la serie. No. Se trata de una colección, de momento, muy entretenida. Una colección que de seguro nos reportará buenas sorpresas. Pero no es Green Lantern. Esperemos que Aquaman sí lo sea.

¿Quiere esto decir que alguien que ande apurando los centimos debajo de los cojines del sofá tiraría su dinero al comprar este tomo? Ni muchísimo menos. Que no sea de lo mejor de Geoff Johns no significa que no esté bien. Que lo está. Además, en el apartado gráfico nos encontramos como segundo dibujante a Scott Kolins. Y el tandem Johns-Kolins en Flash siempre es señal de calidad. Pero eso no es todo en la parte gráfica. A los lápices contamos con el que para mi era un completo desconocido, Francis Manapul. No se porqué, pero me gusta. Mucho. A partir de ahora estaremos muy pendiente a ver que más se trae este hombre entre manos (o entre lápices). Un buen guión (aunque no toque techo como otras veces) y dibujo delicioso. ¿Que más pedir?

Además, ya para ir cerrando, la verdad es que Planeta DeAgostini parece haber dado en el clavo con el nuevo formato para las colecciones del Universo DC. Tanto en el tipo de papel, como en el diseño y numeración. Especialmente interesantes me parecen los resumenes de la primera página. Además, este tomo (con nada menos que 8 números USA, más un especial) viene relativamente bien servido de extras. Ya que si bien la nueva mitología de Green Lantern es bastante fácil de asimilar, por aquello de los colorines. Todas estas nuevas teorías en torno a la Fuerza de la Velocidad son muchísimo más rebuscadas, y dificultan bastante la lectura sin los complementos explicativos adecuados. Como todo en esta vida, este diseño de colección pasará seguramente a mejor vida por uno nuevo. Incluso antes de que termine la colección.

En definitiva, un buen cómic. Muy entretenido con una interesante reintegración de Barry Allen al Universo DC. No llega al nivel de Green Lantern pero se puede recomendar sin miedo a represalias.