¿POR DONDE EMPIEZO?

martes, febrero 22, 2011

El arte de volar

El 4 de mayo de 2001 el padre de Antonio Altarriba se suicidó. De esa manera ponía fin a una vida marcada por el fracaso y la frustración. Al igual que otros muchos hombres y mujeres del pasado siglo intentó construir un mundo más justo y la Historia se dio la espalda, quiso volar con las alas de la ilusión y acabó estrellándose. Se trata de una gran crónica del siglo XX y de un despiadado retrato de la condición humana en el que todos nos encontramos representados.

Con este material Antonio Altarriba elabora un guión desgarrado en el que se implica profundamente. Y junto con Kim, que lo pone en imágenes con un estilo único, construyen una historia vibrante en la que padecimientos y atrocidades no impiden que el amor y el humor ocupen un lugar importante.

La obra, inesperada y sorprendente, lleva un paso más lejos la capacidad expresiva del medio y se convierte en un hito que marca la madurez de la historieta como una narrativa adulta. Su categoría argumental y gráfica, la calidad y complejidad del relato en su conjunto, hacen que este libro se inscriba por derecho propio entre las grandes novelas de los últimos años. Estamos ante una obra magistral que recupera la Historia de los españoles y que hará Historia.


Tengo una tarea dificil entre manos. ¿Cómo recomendar una obra como esta? No por su falta de calidad. De eso tiene a raudales. No. ¿Cómo recomendar una obra que te agarra el corazón y lo aprieta hasta hacer que te duela?

Las referencias al hacercarme a El arte de volar no me preparaban para lo que me iba a encontrar. Premio Nacional de la Historieta 2010. Muy bien. "Ciertas similitudes con Maus en cuanto al enfoque". Fantástico. ¿Cómo alguien es capaz de expresar calificativos positivos cuando, después de leer el cómic, todo parece tan triste? El arte de volar no es una historia. No es narrativa, aunque pueda parecerlo. No, la obra que nos ocupa es una intrusión. Una intrusión en la relación de Antonio Altarriba con su padre. Un vínculo tan íntimo que debería estar prohibido para todos aquellos ajenos, asomar la cabeza y mirar. Nos encontramos ante algo, que iba a ser escrito, llegara a publicarse o no. Por lo que él mismo nos cuenta en el epílogo, necesitaba aclararse con su padre ya muerto. Y escribir, o reescribir, su vida; podría ayudar a ello.


En El arte de volar no vamos a encontrar moralejas (o cada uno podrá hallar la suya propia, quién sabe). No se trata de la aventura del héroe en desgracia, que tras un duro enfrentamiento contra el mundo termina en felicidad y dicha merecidas. No encontraremos un final feliz. El arte de volar es un intento de dignificar a una persona, que lo más que pudo hacer dignamente en toda su vida fue morir. ¿Cómo recomendar esta obra? Podría decir, centrándonos solamente en la técnica, que esta escrita con muchísimo cariño. Antonio Altarriba se convierte en su padre página a página para contarnos su vida desde la forma más cercana posible. Podría decir, que Kim, hace suya la desdicha de Antonio Altarriba padre, transmitiendo desde su dibujo todos y cada uno de los matices que Antonio Altarriba hijo querría transmitirnos. Muchos conocemos el trabajo de Kim por su página semanal de El Jueves: Martinez el facha y jamás podríamos haber imaginado que de sus lápices pudiera salir algo como esto.

¿Cómo puedo recomendar una obra, que me engaña vilmente, haciéndome creer que se trata de una historia más sobre la Guerra Civil y la postguerra; para después, sin previo aviso, sorprenderme; haciéndome sentir tremendamente triste? ¿Cómo recomendar una obra que te abofetea a la cara, recordándote que esta vida es una mierda y que, sí, puedes esforzarte en luchar para forjarte tu propio destino; pero eso no es garantía de nada?


No, no puedo recomendar El arte de volar a nadie. No puedo porque, en definitiva: El arte de volar ya se recomienda por sí sólo.

1 comentario:

Duende punkarra dijo...

Más que con Maus, vi muchas más similitudes con "El almanaque de mi padre". El Arte de volar es una obra maestra, me gusta mucho como lo planteas como intrusión en la vida de Altarriba, porque realmente es lo que es. Sencillamente genial y sencillamente triste