¿POR DONDE EMPIEZO?

lunes, octubre 20, 2008

Cube 2: Hypercube



Un grupo de desconocidos se despiertan en un laberinto de habitaciones en forma de cubo, sin saber ni cómo ni cuándo entraron allí. Su supervivencia depende de desvelar los secretos de este rompecabezas de pesadilla antes de que se desintegre, llevándoles con él. El miedo y la desconfianza se convierten en peligrosos factores en una ecuación que indica a los supervivientes a aunar sus habilidades y conocimientos en busca de una salida.
Pronto se darán cuenta de que no hay reglas en el hipercubo...


Repetimos algo dicho hasta la saciedad. "Segundas partes nunca fueron buenas". Es un comentario tipico cuando el espectador sale decepcionado de una secuela.

Sin embargo, la pregunta que la mayoría de las veces habría que realizarse es "¿realmente era necesaria una secuela?". Porque las secuelas no son mejores o peores per se. Una secuela será interesante en el caso de que queden cosas por contar (después obviamente dichas tramas habrán de contarse de forma correcta). En el caso que nos ocupa, dicha pregunta cobra mayor presencia.

Dada su complejidad y al elevado numero de interrogantes que planteaba la primera entrega; llegamos a la conclusión de que el gran acierto de la pelicula era no explicar nada y dejar al espectador sumido en sus interrogantes. Con lo cual, cualquier palabra añadida a lo ya dicho no hace sino que (además de plantear nuevos interrogantes) empezar a dar pistas que puedan resolver el misterio. Y ahí es donde la pelicula se pierde. En dar pistas y en rizar el rizo. Y es que dado el planteamiento de la precuela, la complejidad del escenario aumenta hasta el punto de que el espectador ha de pasar toda la pelicula asintiendo y creyéndose lo que le dicen. No es que la pelicula sea creible. Es que o te la crees, o no hay nada que hacer.

En esta ocasión, tenemos un nuevo cubo. Era de esperar que fuera más complejo. Pero el simple echo de "añadir una dimensión" lo que hace es complicar la trama innecesariamente. Dimensiones paralelas, cambios en el tiempo, en la gravedad, trampas de ciencia-ficción... El resto de elementos siguen en su sitio: el laberinto y la trama que se desgrana lentamente conforme los protagonistas sacan a relucir su pasado. Y en eso la pelicula funciona. Pero claro, esa sensación de "me lo voy a creer porque no me queda más remedio" sobrevuela la cabeza del espectador constantemente.

A pesar de todo resulta una pelicula muy entretenida. Sin embargo, los pequeños detalles, esas pistas que comentabamos que empiezan a encaminar al publico en pos del porqué de todo el juego, ahí es donde verdaderamente el espectador se siente estafado. Porque no son los suficientemente jugosas para aclarar nada de nada. Si, concectan las dos peliculas, y sí, dan a entender de que hay algo más de lo que hemos visto. Pero si empiezas a tirar de la manta para enseñar lo que hay debajo, no dejes ver solo una parte. O lo explicas todo, o no expliques nada, porque la gente se queda a medias. Solo queda por ver si en su tercera parte todo se aclara y la trilogía remonta el vuelo, o si todo esto se queda en un despropósito.

En definitiva, una pelicula entretenida a la par que innecesaria. Solo merecerá la pena en el caso de que su tercera parte acabe dando las claves de toda la trama...

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