La morada del miedo

El 13 de noviembre de 1974, la Policía del Condado de Suffolk recibió una terrorífica llamada telefónica para que acudieran cuanto antes al número 112 de la Avenida Ocean, en Amityville, Long Island. Al llegar a la impresionante casona colonial holandesa, descubrieron que se acababa de cometer un crimen espeluznante que conmocionó a todos los habitantes de esta pacífica comunidad: Una familia al completo, había sido brutalmente asesinada mientras dormían en sus camas. En los días posteriores, Ronald DeFeo Jr. confesó haber disparado metódicamente contra sus padres y sus cuatro hermanos con un rifle mientras dormían, argumentando que había escuchado unas "voces" en la casa que le habían impulsado a cometer estos terribles asesinatos. Un año más tarde, George (Ryan Reynolds) y Kathy Lutz (Melissa George) se mudaron con sus hijos a aquella casa. Una casa donde pensaban formar el hogar con el que siempre habían soñado. Pero poco tiempo después, comenzaron a producirse sucesos extraños e inexplicables: tenían pesadillas aterradoras y escuchaban voces persistentes que parecían proceder de una presencia maligna que todavía asolaba la casa. Kathy, confundida y asustada por la enigmática relación que su hija Chelsea mantiene con una amiga imaginaria llamada Jodie, luchará por mantener unida a la familia. Mientras tanto, su esposo George se comporta de forma cada vez más extraña.

Si hay un género que lleva largos años sufriendo una lenta agonía, ese es el de Terror. Ya no quedan ideas, y las pocas que podemos encontrar, siempre siguen los mismos clichés.

A todo esto hay que sumar la incesante avalancha de remakes y segundas partes que parece ser el único refugio que encuentran las productoras ante la sequía de ideas originales. La morada del miedo se encuentra dentro de este grupo de producciones odiadas. Y esto es un handicap bastante serio, y es que en ocasiones, los remakes pueden llegar a ser buenas peliculas.

Este no es el caso, aunque sin haber visto el original, no podemos comparar. Sin embargo, que no sea buena, tampoco significa que sea mala y tenga que ser repudiada sin remedio. El filme empieza realmente bien. Nunca hay que perder de vista que además de ser un remake, se trata de una historia de casas encantadas, por lo que la originalidad no es requerida, al menos en la trama. Uno se plantea que puede darse ese caso milagroso que le mantega pegado al asiento casi sin respirar (recuerdos de juventud nunca recuperados en mi caso, salvo con esa pequeña joya que es REC), brota la esperanza y durante la primera media hora somos capaces de disfrutar de los inicios de un buen producto de terror. Sin embargo, al empezar a cambiar el comportamiento de los personajes (y de una forma excesivamente repentina) por el hecho de estar en la casa una sensación de deja vu infinitamente familiar brota en nuestra mente. Una cosa es que la historia sea conocida por todos y otra es la sensación de estar viendo de nuevo otra pelicula.

La pelicula esta dirigida muy correctamente, lo que la hace soportable en su totalidad, pero el problema es precisamente, que de un principio muy interesante, pasamos a una pelicula simplemente "soportable". Es cierto que si la comparamos con lo que se viene haciendo últimamente dentro del genero, la pelicula no es mala, y por eso se salva de la quema, sin embargo, si la comparamos con las buenas peliculas de terror, como espero que sea su famosa predecesora, acaba perdiendo por KO.

En definitiva, una pelicula de miedo simplemente entretenida que gustará solo a aquellos devoradores compulsivos de este tipo de productos. Es el tipico estreno que te encandila por su trailer pero que te deja frio al salir de la sala.