Central Park no se construyó para disfrute de los ciudadanos de Nueva York, sino para algo totalmente distinto. La verdad ya no puede seguir ocultándose. En una noche apocalíptica, Edward Carnby deberá hacer frente a lo inimaginable para desvelar el trascendental secreto de Central Park.
De la misma madre... pues no son. Aunque es indudable que son hermanos, porque lo pone en sus papeles. Si no hace mucho haciamos correr ríos de tinta con la nefasta versión para Wii, en esta ocasión nos congratulamos al afirmar que tan terrible resultado no se ha repetido.
Durante los primeros minutos de juego, el miedo nos atenaza, no por que el juego sea terrorifico (desgraciadamente el que fuera el padre de los juegos de terror ha pasado a ser uno más de acción) sino porque el inicio es exactamente el mismo que el de su pariente más cercano. Obviamente los graficos son mejores, estaría bueno, pero... ¿son lo suficientemente mejores? La respuesta es, sí. Aunque podemos encontrar en consolas de nueva generación graficos de una mayor calidad, estos cumplen en todo momento, y salvo algunos fallos relacionados con la conducción de vehículos y la camara, todo parece estar en su sitio.
En control es estandar, aunque cuesta hacerse con él al principio, en unos minutos nos habremos hecho totalmente con él y nos salvará de más de una muerte accidental, al contario, una vez, más de lo que sucedía en Wii. No deja de resultar irónico que nos encontremos con una jugabilidad con muchas más opciones que en el caso anterior. Pudiendo realizar combos muy interesantes. Por contra, el manejo de los objetos cuerpo a cuerpo pierde bastante. Una vez más, todo parece estar en su sitio: graficos, controles, la misma magnifica musica, incluso una duración mayor. Pero vamos a lo que realmente nos preocupa del juego: la trama.
Al terminar el juego uno se queda con dos sensaciones. La primera de ellas es la misma que nos acompañaba a ver Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal: "no esta mal, muy entretenido, pero no le acaba de pegar este tipo de historia". Y en segundo lugar, el final, aunque más completo, y desde luego mucho más claro, se antoja también insuficiente. En un juego que han querido tratar de apocaliptico, el final queda de una simpleza que choca. No es que sea malo, pero no se digiere con dificultad. Por todo lo demás, la trama avanza de forma coherente durante el transcurso del juego, dejandonos momentos muy buenos. Los logros de 360, faciles de conseguir, le añaden algunas horas más de diversión.
En definitiva, el mínimo de lo que se esperaba de la continuación de la saga. Es un buen juego, pero se aleja de los pasos que lo hicieron tan grande, y eso lo convierte en uno más. Bueno, pero uno más.
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