Alone in the Dark

Central Park no se construyó para disfrute de los ciudadanos de Nueva York, sino para algo totalmente distinto. La verdad ya no puede seguir ocultándose. En una noche apocalíptica, Edward Carnby deberá hacer frente a lo inimaginable para desvelar el trascendental secreto de Central Park.

De vergüenza, hay juegos buenos que se pudren en las estanterías de las tiendas sin que nadie se digne a echarles un vistazo simplemente porque no tienen un nombre (o un legado) atrayente. Justo lo contrario que este Alone in the Dark último vástago del padre de los survival horror. Nada más por el hecho de llevar ese nombre se espera de él que sea al menos un juego correcto, como pasó con su última entrega.

Desconocemos como será para otras consolas, pero esperamos que mejores que la versión para Wii... No se puede sacar nada positivo del juego. Los gráficos son malos incluso para la consola de Nintendo, estando siempre presente una molesta niebla que difumina y desenfoca las imagenes haciendonos muy complicado movernos por el mapeado, personajes que aparecen y desaparecen por el decorado o que hablan sin estar presentes. La jugabilidad es lamentable, una cámara que no hace otra cosa que entorpecer, una vista en primera persona con collarin que solo nos permite mirar a los lados, abrir el inventario es misión imposible, y objetos que se equipan y se desequipan solos...

En cuanto a la trama, que debería haber sido su punto fuerte, más de lo mismo. Da la sensación de que se ha cogido el juego de XBOX y Playstation 3 y se han recortado algunos capitulos casi al azar. Dando como resultado que entre episodio y episodio no sepamos muy bien que es lo que ocurre. Y en cuanto al final.... en fin, si alguien es capaz de aguantar el calvario que supone acabar el juego solo por esperar enterarse de algo que lo deje. No solo es abierto sino que ni siquiera se puede considerar como tal...



En las tiendas españolas podemos encontrar dos ediciones del juego, la simple y la coleccionista, por 56.90€ y 66.90€ respectivamente. En otras circunstancias, la edición coleccionista habría sido un paliativo de la mala calidad del juego, ya que nos encontramos ante una edición que si bien no es deslumbrante, es muy correcta. Pero el juego no merece la pena ni con todos los regalos del mundo. En una caja muy chula de color negro rasgada podemos encontrar: una magnifica ilustración del juego a modo de cubierta, un dvd del making-off, la B.S.O., un libreto en tapa dura con el artbook y una figura de PVC de calidar regulera.

En definitiva, un muy mal videojuego, imperdonable dado su legado que pese a presentarse en una bonita edición no vale su precio. Esperemos que para el resto de consolas de nueva generación haya salido mejor la cosa...