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miércoles, enero 21, 2009

La Vida en Viñetas (Historias Autobiográficas)

Una vida está llena de historias. Historias grandes o pequña, dignas de ser recordadas o que se olvidarán al día siguiente, pero historias al fin y al cabo. Will Eisner, como gran narrador que fue, nos dejó muchísimas historias. Este volumen recopila aquellas que, de una manera u otra hablan de su propia vida, de su propia historia.

Mucho es lo que se ha hablado en todo este tiempo de la figura de Will Eisner. Y la tremenda mayoría son alabanzas. Hacia su persona, y hacia su trabajo. Resulta dificil imaginarse a la persona que realmente existía tras esa fachada que hoy día es todo éxito (también cuesta imaginar lo duro que fueron los inicios).

Es precisamente gracias a esta obra que nos ocupa, que podemos hacernos un esquema relativamente claro de como era el abuelo de los tebeos. Numerosos criticos afirman que a través de su obra se puede conocer la personalidad de su creador. Tal vez sea cierto, tal vez no. Lo que es indudable es que las historias que nos ocupan no nos muestran a unos personajes cualesquiera. No, en este caso personajes y situaciones son fácilmente extrapolables al la historieta de la vida real. Bien por aquellos que se reconocen en las viñetas, bien por ser conocedores de primera mano de los hechos narrados o porque el señor Eisner acabó confesando algunos de sus modelos de inspiración. De esta forma, este volumen se convierte en una biografía mucho más fiable que cualquiera que haya podido realizarse en todos los años que el mundo pudo gozar de la presencia de "el maestro".

Varias son las historias que se incluyen en este volumen (como se viene haciendo ultimamente con la colección de Norma Editorial destinada a dar cabida a el arte secuencial de Will Eisner). Es interesante, si no analizarlas, al menos comentarlas por encima, pero sobre todo por separado ya que cada una es unica e interesante en un campo distinto.

Crepusculo en Sunshine City quizás sea la más floja de las cinco. No es por ello, ni mucho menos mala. Se trata de un relato corto que narra como viven su jubilación un señor y sus hijas. Una historia sencilla que al llegar a su final deja un giño de complicidad con el lector, que posiblemente solo entiendan aquellos que realmente se identifiquen con el protagonista. También es la obra de menor peso biográfico, ya que se encuentra levemente inspirada en el hecho de que Eisner abandonara Nueva York para mudarse al Oeste.

Con El Soñador ya empezamos a entrar en materia. Se trata de una obra claramente biográfica que narra los inicios de Eisner en el mundo del comic. Es precisamente por este hecho que la obra adquiere una dimensión mucho mayor de la que el autor, posiblemente, pensara en su momento. No se trata solo de los inicios de Will Eisner en el mundo del comic. Se trata del nacimiento de la industria del cómic tal y como hoy la conocemos. Narrativamente la historia gana en profundidad con respecto a Crepúsculo en Sunshine City y son fácilmente reconocibles momentos y personajes ligados a los inicios de la producción y distribución de comic-books. Resulta curioso, como a su manera, todos los personajes son soñadores. Quizás el creador de The Spirit, al ser uno de los mayores, supo ver esa cualidad en los que le rodeaban.

Si El Soñador es interesante por mostrarnos la vida de Will en su faceta laboral. Viaje al corazón de la tormenta nos muestra como era su infancia y la vida en casa, para "enlazar" aunque ninguna es la continuación de la otra, con el final de El Soñador. Quedensé tranquilos que no les estoy contando nada que pueda estropearles la lectura de ambas obras. Utilizando el viaje en tren de un joven soldado (el propio dibujante) vemos como la ventanilla del tren en el que se desplazan se convierte en una pantalla de cine que sirve para recordar al protagonista (curioso el hecho de que pese a que no abra la boca en todo el trayecto al descender del vagón conocemos hasta sus más íntimos pensamientos) los momentos más relevantes de su infancia y juventud. Al ser más reciente que las anteriores comentadas la obra nuevamente gana en calidad. A pesar de que uno nunca haya leido nada de Eisner (que haga por remediarlo cuanto antes, se lo dice alguien que ha vivido en pecado mucho tiempo y ahora se arrepiente) o no sea muy aficionado a la narrativa secuencial, empezará a notar una constante en el trabajo de este dibujante. La total ausencia de viñetas. Resulta sorprendente como el autor prescinde de la unidad minima con significado (al menos en teoría) del lenguaje de la historieta. Algo presente en casi todas sus obras.

Todo lo mencionado anteriormente se centraba, de una forma u otra en la vida de Eisner. Sin embargo, Las Reglas del Juego habla sobre la familia de su mujer (y viendo lo que se cuenta, espero que se trate de sus antepasados). Junto a Viaje al corazón de la tormenta forman las dos mejores historias del libro. La carga dramatica es notable en este albúm sobre intrigas familiares y los problemas de mezclar el matrimonio con los negocios. Algo muy popular desde hace siglos. Y es que hasta hace muy poco una de las mejores formas de subir en la escala social era mediante "buenos matrimonios" o lo que es lo mismo, sabiendo casar a tus hijos con miembros de las familias más adecuadas. Nuevamente está presente el tema del judaismo (tema recurrente, tal vez no en toda la obra de Eisner, pero desde luego si en La Vida en Viñetas. Si en las demás historias, quedaba pantente el antisemitismo típico de la época, aquí Will nos demuestra (también lo hacía más timidamente en Viaje al corazón de la tormenta) como incluso entre los "perseguidos" hay quién peca de lo mismo que aquellos que los excluyen. Supongo que todos somos humanos. Resulta curioso como Will Eisner experimenta mezclando el la narración gráfica con la narración en prosa pura y dura; utilizando esta misma como punto y aparte para separar escenas lejanas en el tiempo.

Todo este camino ha sido ascendente. No porque saltar de una historia a otra implique una mayor dificultad. El desnivel hace referencia a la calidad de la obra. Y que mejor que llegar al último piso y encontrarnos con la guinda del pastel. El día que me convertí en un profesional es simplemente una historia de poco más de un par de paginas. No se trata de una obra magnifica, ni de una obra maestra. No, simplemente es el momento en el que el autor, ese joven soñador, que hemos visto (delante o detrás de los lápices, de una forma u otra) se llama a si mismo como Will Eisner. Ni más, ni menos. Como anécdota, mencionar que quizás esta fuese una de las primeras veces que Eisner utilizaba sus famosas "aguadas" (pintar el color utilizando el agua sucia de las acuarelas). Y de no ser así, les ruego que me disculpen, uno no es experto en la obra de tan magnifico autor, pero creanme que despues de leer este libro, se trata de un error a subsanar en breve...

En definitiva, una obra genial. De obligada lectura para amantes del comic como arte secuencial y por supuesto de aquellos (¿quién no?) que disfrutan con la obra de Eisner. Imprescindible.

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