Estamos en diciembre en Marsella. Daniel instala opciones a su taxi y Lilly se enfada. El comisario se deja cegar por su becaria japonesa y su investigación se estanca. Emilien ve Papas Noel por todas partes y Petra está perdiendo la paciencia. De Marsella a Tignes, de la Cannebière (paseo marítimo del puerto de Marsella) a las pistas de esquí, la aventura sigue.
Hay quien díce que la trilogía es el numero perfecto. Hay quien cuando ve en un titulo un numero superior al 2 empieza a asustarse. Poco podemos decir de esta serie que no hayamos comentado ya en sus dos entregas anteriores. Una vez sentadas las bases de lo que sería la serie en la segunda parte. Nos encontramos simplemente con nuevas aventuras de esos personajes a los que ya les hemos cogido cariño; hasta tal punto que los actores secundarios empiezan a tener el mismo numero de escenas que los protagonistas.
Es muy fácil desgranar esta entrega. Todo el equipo intenta llegar un poco más allá de donde lo dejaron en la anterior. Nuevos gadgets para un taxi, que alguno ya quisieramos pilotar. Si en Taxi 2 nos trasladaron a los cielos de París, ahora es el momento de hacer eslalom en un taxi que no sabemos ya con qué nos sorprenderá la próxima vez. El resto, en la línea de partes anteriores, más que correcta en todos sus aspectos y que nos hace pasar un buen rato que a fin de cuentas es de lo que se trata.
La edición en DVD, de nuevo muy pobre. Un making-off, eso si, más largo que los anteriores; y otro para la banda sonora que servidor no ha sido capaz de terminar de ver de lo tedioso que resulta. Trailer y filmografías terminan de rellenar la edición. Quién sabe, quizás cuando aparezca la cuarta entrega saquen un pack con la serie completa y (a la mejor forma de Hellboy o El Señor de los Anillos incluya una pequeña replica del coche. Eso sí sería un detalle y una compra obligada.
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