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jueves, julio 21, 2011

After Dark

Cerca ya de medianoche, Mari, sentada sola a la mesa de un restaurante, se toma un café, fuma y lee. Un joven la interrumpe: es Takahashi, un músico al que ha visto una única vez, en una cita de su hermana Eri, modelo profesional. Ésta, mientras tanto, duerme en su habitación, sumida en un sueño profundo, "demasiado perfecto, demasiado puro". Mari ha perdido el último tren de vuelta a casa y piensa pasarse la noche leyendo en el restaurante; Takahashi se va a ensayar con su grupo, pero promete regresar antes del alba. Mari sufre una segunda interrupción: Kaoru, la encargada de un "hotel por horas", solicita su ayuda. Mari habla chino y una prostituta de esa nacionalidad ha sido brutalmente agredida por un cliente. Dan las doce. En la habitación donde Eri sigue sumida en una dulce inconsciencia, el televisor cobra vida y poco a poco empieza a distinguirse en la pantalla una imagen turbadora: una amplia sala amueblada con una única silla en la que está sentado un hombre vestido de negro. Lo más inquietante es que el televisor no está enchufado...

Se confirman las sospechas. La literatura japonesa (a la que hasta hace muy poco jamás hubiera planteado acercarme) es muy parecida al cine japonés. Cosas de la cultura, digo yo.

Me permiten que (como habitualmente hago), me vaya por las ramas. Dado el tipo de productos de ocio que suelo consumir, en ningún universo alternativo hubieran estas manos cogido un libro de literatura orienta de una estantería de su correspondiente librería. Pero vivimos tiempos interesantes. Tiempos donde el ávido lector puede llevar en una pantallita del tamaño de un tebeo una biblioteca de más de 80 ejemplares (y aumentando). Yo aún diría más. Vivimos tiempos donde hay gente que disfruta poniendo a disposición de los demás, un trabajo fino, elegante y de calidad. Estoy hablando de los chic@s de ePUB GRATIS: Libros con estilo. Una auténtica mina de oro para aquellos amantes de la lectura. Ya sea por la cantidad de libros disponibles, ya sea por la variedad de los mismos; ya sea, sobre todo, por la calidad y el mimo con el que están hechos. Gracias esta página estén ustedes seguros que muchos más libros serán analizados en estas lineas.

Haruki Murakami. ¿Les suena? Si la respuesta es afirmativa, ya son ustedes mucho más cultos que yo. A los que le suene a chino el nombre (concretamente a japonés), no cometan el error que este que les escribe cometió de quedarse sólo con las últimas líneas de la sinopsis, esas que parecen estar hablando de última película de terror oriental de moda. Aunque pensandolo bien, si pensar que se encuentran ante una novela de miedo es la excusa para que se acerquen al libro. Por favor, equivoquense. En cualquier caso, pasen y vean.

Porque no, definitivamente no, After Dark no es una novela para pasar miedo. Es verdad que hay misterio. Ese algo sobrenatural que tiene la noche. Aquello que parece acechar en las horas de la madrugada, en los lugares más oscuros. Pero la novela que nos ocupa tiene un marcado tono costumbrista. Sólo por eso ya resulta interesante. En poco más de 150 páginas, se muestra un reflejo de como funcionan las urbes niponas en la noche. Se dice que Tokyo es la ciudad que no duerme (¿o esa era Nueva York?, en cualquier caso, nos sirve el ejemplo); y en este libro vemos muy bien como funciona esa segunda vida diaria de la ciudad. Y en ese latir incesante, un grupo de personas, sin aparentes vínculos en común entre ellos, veran como por una noche, sus vidas se cruzan obligandoles a mostrar su verdadera cara, esa que nos devuelve la mirada cuando nos reflejamos en el espejo.

El ritmo pausado del que suelen hacer gala los japoneses en el cine se ve reflejado en su literatura. El libro casi parece más un guión cinematográfico con anotaciones explicativas. Aqui la única duda que le queda al lector es el misterio en sí. Por lo demás, en todo momento somos informados con todo lujo de detalles de lo que ocurre. Esto que podría llegar a desesperar a los más impacientes, si se recibe como lo que es, una invitación a disfrutar de una lectura pausada (los protagonistas tienen varias horas por delante, usted querido lector, también; no hay prisa); ayuda a la inmersión en la obra. No se trata de una historia lenta. Es más bien una trama paciente, donde cada cosa será revelada a su debido tiempo. Puede que las cosas desconcierten un poco al principio, que algunos detalles no desvelen la importancia que parecen tener. Pero cuando corresponda, todo cobrará sentido.

En definitiva, After Dark nos presenta una historia muy interesante, muy bien llevada (de forma original para los que no seguimos la literatura del país del Sol Naciente) y que nos llevará a escarbar en los rincones más oscuros del alma del nipón cosmopolita.

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