30 días de noche

Barrow es un pequeño pueblo de Alaska que cada año sufre 30 días de completa oscuridad. Un grupo de vampiros, conociendo esta peculiaridad geográfica del pueblecito, deciden hacer una “visita organizada” a la localidad, aprovechando que durante un mes podrán campar a sus anchas sin preocuparse de la luz del sol. En medio del caos, el sheriff del pueblo y su esposa/ayudante, intentarán mantener con vida a los habitantes de Barrow, conseguir ayuda del exterior y plantar cara a los vampiros para salir con vida del ataque, o al menos intentar llevarse por el delante el máximo número de vampiros posible.

Sentarme delante de este comic ha sido algo que me ha costado años... Muchas son las veces que he pasado delante suya en la librería y he estado a punto de arrastrarlo a mi morada. Sin embargo, el destino y los designios del merchandaising han propiciado que lo comprara tras saber de su adaptación al cine.

Cuando el lector se dispone a leer este tebeo, probablemente pase unos minutos con el mismo en las manos sin decidirse a empezarlo. Y es que el dibujo de Ben Templesmith extraña. Extraña mucho. De un estilo muy difuminado, uno no sabe exactamente que es lo que está viendo. Posiblemente sea un dibujo que oblige a más de uno a dejar el comic sin comprar. Un consejo... si ese es el motivo por el que no lo habeis leido aún... leedlo. Y es que es solo al estar inmerso en la historia (cosa que gracias a Dios ocurre rápido) es cuando funciona, cuando uno asimila las formas. Tras haber leido también los dos volumenes de Silent Hill, dibujados por el mismo autor, uno se da cuenta de una cosa. Al contrario de lo que pasa con ciertos dibujantes, las ilustraciones de 30 días de noche no funcionan solas. Este estilo de dibujo casi unico, no funciona si no tiene el respaldo de un buen guión.



Es aqui donde interviene el trabajo de Steve Niles. Autor poco conocido (probablemente estemos ante su obra más famosa), deja clara una cosa. Estamos, no ante un comic de terror. Sino ante una pelicula de terror. Una pelicula en la línea de los mejores films de John Carpenter. Aquel que nos hizo temblar con La Cosa. Es por esto por lo que el comic funciona. No por la genialidad de su guión, que no lo es en absoluto. Realmente el tebeo no destaca en nada. Pero está tan bien conformado que se hace muy ameno de leer. Uno se sienta y es consciente de que si estuviera viendo una pelicula, esta no duraría más allá de la hora y media. Pero sería una media hora con ritmo. 30 dias de noche no es una genialidad. Pero es lo suficientemente divertida como para que en el mercado español ya podamos encontrar al menos dos secuelas de la misma. Y lo mejor de todo repitiendo tandem creativo. Seguramente la mayoría podrá pasar sin comprarlo (probablemente también sin leerlo), pero a aquel que no le duela desembolsar 10€ quizás acabe comprando las respectivas continuaciones.



En cuanto a su edición; ya hemos hablado de su precio (10€) relativamente asequible. Formato TPB (heredero directo de los retapados, aquel que contiene varios numeros originales en portadas un poco más rigidas sin llegar a ser tapa dura o HC) con separadores en los extremos de las mismas. La maquetación es correcta y no se aprecian fallos de impresión ni erratas. Parece que Devir lo poco que publica lo publica bien. Aunque le pasa igual que norma, se agradecería una leve reducción del precio teniendo en cuenta su duración (solo 3 numeros USA). En definitiva, una obra entretenida sin más que hará pasar un buen rato a aquellos dispuestos a gastarse el dinero. Pero desde luego no se trata de una compra obligada. Probablemente dará lugar a una buena adaptación cinematográfica. Quizás entonces si sea una referencia obligada...