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martes, junio 26, 2012

Transformers: Infiltration

Están entre nosotros. Aquí, ahora. Han estado en la Tierra por más de dos años. La población ha ignorado su presencia o sus terribles intenciones. Una fuerza de avance de mecanoides alienígenas, en formas diseñadas para imitar los vehículos locales de transporte, aparatos de comunicación y armamento, promoviendo la puesta en marcha de un plan de asombrosas proporciones. 
La fugitiva Verity Carlo ha adquirido una palm, pero el "vendedor" de quién la ha robado es más de lo que parece. Ahora, ella y el seguidor de la teoría de la conspiración, Hunter O'Nion han sido perseguidos por una unidad Decepticon de infiltración, y su única esperanza de sobrevivir yace en el Autobot médico Ratchet.


Ha pasado tiempo. Tal vez demasiado. Una afirmación muy adecuada para este que les escribe. Y para aquello sobre lo que escribe. Ha pasado prácticamente un año desde la última actualización de este blog. Y tengo sensación de vértigo si me paro a pensar cuanto tiempo ha transcurrido desde que estos ojos (antaño mucho más inocentes) vieran por última vez a aquellos robots transformables de Hasbro, bien en su versión de animación; bien físicamente siendo modificados por mis propias manos como figuras de acción. Blog, Transformers. Transformers, blog. Buen momento para recuperarlos a ambos, ¿no creen?
Y es que el tiempo no pasa en balde. Y todos sabemos que hay franquicias que envejecen mejor que otras. Lo que nadie pone en duda, es que si una vez dieron dinero, volverán a hacerlo. Sólo hay que dar con el enésimo giro de tuerca que conecte con las generaciones contemporáneas. Y a rodar. Cierto es que los famosos muñequitos han sido protágonistas de una nueva serie de animación tras otra en ese intento de mantener moribunda a una gallina que, sin que haya oro de por medio, casi ni pone huevos. Hollywood, fiel a su cada vez más acuciante carencia de ideas innovadoras también ha probado suerte con los seres venidos de Cybertron, con el consecuente éxito de taquilla, y las imprescindibles malas críticas en los medios. Pero se trata de un inteligente intento en otro medio artístico y de ocio, como es el mundo de los videojuegos, el que reavive mi interés por la serie: Transformers: Guerra por Cybertron del que posiblemente hablemos en un futuro no muy lejano.
El medio más plausible para calmar mis nuevas ansias no era otro que volver a revisionar la serie de animación original (aquella que los entendidos coinciden en llamar Generación 1); tarea que aún no he completado con éxito. Precisamente porque se trata de una serie pensada para los ojos de un niño. No obstante, su único propósito era la de promocionar y dotar de trasfondo a una línea de juguetes. Para los argumentos complejos, ya contabamos con nuestra imaginación. ¿Dónde encontrar esos argumentos de mayor interés que además contaran con los protagonistas causantes de mis inquietudes? La respuesta es sencilla: tebeos. Esa suerte de cajón de sastre donde toda saga con un mínimo de seguidores acaba encontrando la continuidad que le fuera negada en su medio de origen. Pero, los Transformers han pasado por al menos tres editoriales, cada una de las cuales cuenta con su propia línea temporal. ¿Cual elegir?

Como la idea era que esto no se tratase de una moda pasajera como tantas otras, opté por los robots de IDW Publising. Por aquello de que son los que se publican en la actualidad. Sin embargo, no resultó fácil seguirle la pista a lo ya impreso en Estados Unidos (aqui, como es habitual, de momento nada de nada). Ya que el sistema de publicación está basado en una colección de miniseries interconectadas entre si. Esto que puede asustar al lector más casual, se convierte en un gran aliciente para el amante de la caza de la continuidad. Y pese a que lo ideal es leerlo todo por fecha de publicación, intercalando las distintas series conforme se fueron poniendo a la venta (para ayudaros os recomiendo la imprescincible http://comicbookdb.com), aquí hablaremos de cada una de ellas por separado por cuestiones de logística.
Los seis primeros números de la saga (más un numero 0 introductorio publicado con varios meses de antelación) reciben el subtítulo de Infiltration. En esta reinterpretación de la saga, tras arrasar Cybertron, la guerra entre Autobots y Decepticons se ha extendido por toda la galaxia. Un punto bastante interesante que nos permite tener a la centena de robots de uno y otro bando en distintos escenarios de manera coherente. Así nos evitamos esas molestas apariciones de nuevos personajes sin avisar en la serie de animación, o aquellos capítulos de relevancia donde sólo aparecian un puñado de los héroes (siempre pensabamos que los demás estaban de permiso, ¿verdad?). Pero además, permite estructurar la totalidad de las miniseries en torno al argumento, ya que en cada planeta donde se traslada el conflicto, se siguen una serie de fases protocolarias para su conquista (dejando el conflicto directo para miniseries posteriores). La Infiltración es sólo la primera de ellas. Así que de momento, no contamos con un gran números de personajes en el planeta, algo positivo para aquellos con dificultad a la hora de ir haciéndose con los nombres de cada uno de los robots. 
El objetivo de esta entrega, es el de captar el interés. Como pueden ustedes imaginar, las cosas se salen del cauce habitual al meter en la ecuación a los inevitables humanos adolescentes. En esta ocasión el guionista ha logrado que no resulten tan planos como en adaptaciones previas (no, no vamos a entrar a hablar de las películas, ¿verdad que no?) de manera que no molestan al lector, aunque éste dificilmente los hará salir del discreto segundo plano que se merecen al lado de los cybertronianos, auténticos protagonistas. El hecho de que, tras la lectura de los seis números, sepamos que hay más fases (y mucho peores); los giros argumentales de última hora que ponen a la Tierra en el punto de mira de toda la contienda galáctica, los indicios de que al menos hay dos facciones más en juego (ambas representadas por humanos) y algún misterio planteado para dar juego durante varias entregas hacen que el lector se quede con ganas de más. Y eso no siempre ocurre.
Gráficamente la verdad es que el cómic resulta muy agradable a la vista. Más que correctamente dibujado, todos y cada uno de los robots son cláramente reconocibles para el ojo amigo; tanto en su forma de vehículo como de robot. Los humanos y las tan difíciles reacciones faciales también cumplen por encima de la media. Y la narrativa gráfica en su conjunto resulta atractiva. Así que técnicamente nos encontramos ante una obra que cumple sin problemas.
En definitiva, una grata sorpresa si alguno anda buscando historias protagonizadas por los Transformers que tengan algo más de "enjundia" que las protagonizadas en la ya veterana serie de animación. Imprescindible para los fans, recomendable para los curiosos. Si los robots que se convierten en coches no son lo tuyo, aquí no tienes gran cosa que hacer.

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