Han pasado tres años desde que Danny Ocean (George Clooney) y su equipo –liderado por el detallista Rusty Ryan (Brad Pitt), el pro-metedor carterista Linus Caldwell (Matt Da-mon), el experto en explosivos Basher Tarr (Don Cheadle) y el desvalijador de cajas fuertes Frank Catton (Bernie Mac)– llevaron a cabo uno de los más audaces y lucrativos atracos de la historia, robando al despiadado empresario Terry Benedict (Andy Garcia) hasta el último centavo que guardaba en su impenetrable cámara acorazada de Las Vegas. Después de repartir los 160 millones de dólares conseguidos, cada uno de los conocidos miembros del equipo de Ocean ha tratado de portarse bien, pasar desapercibido y llevar una vida legal... pero eso ha resultado ser difícil, para disgusto de Tess (Julia Roberts), la esposa de Danny. Cuando alguien rompe la regla número uno y los delata a Benedict, portarse bien deja de ser una opción. Quiere que le devuelvan sus 160 millones de dólares –con intereses– o de lo contrario... Y, como la banda descubre rápidamente, Benedict no es la única perso-na poderosa del mundo que busca a los "Once de Ocean"...
Un ladrón ha de tener clase. Eso es lo que dejó muy claro la primera entrega de la saga que nos ocupa. Empezando por su reparto, cargado de estrellas glamourosas y siguiendo con el vestuario, la música, etc. Es el sello de la serie: somos ladrones pero tenemos muy buen gusto para vestir y comportarnos. Quizás sea este detalle el que le ha dado un nombre propio a estas tres peliculas. Y en el caso de la que nos ocupa probablemente sea su unico atractivo.
Si el punto fuerte de la primera entrega era su guión, entretenido y fresco. Ahora pasa a ser su principal defecto. Es sabido entre los teoricos del cine que para mantener el ritmo en una pelicula se ha de avanzar con altibajos en el mismo, de forma creciente hasta llegar al climax, para que despues todo vuelva a la normalidad. Es decir, el climax, el punto más algido de la película no debe coincidir nunca con el final. En este caso concreto el climax se alcanzó en Ocean's Eleven con el mayor robo jamás perpetrado. Repetir semejante hazaña era tarea dificil. Los guionistas lo intentaron, y se quedaron en el camino.
La pelicula tiene ritmo, pero la historia que cuenta, en el afán de superar a la anterior, se vuelve demasiado compleja y rebuscada, haciendo que el espectador pase más tiempo encajando piezas que disfrutando de la pelicula. Ese es su gran talon de aquiles. Pero eso no significa que la pelicula sea mala. Como hemos comentado al principio la pelicula repite todod lo que funcionó en la anterior, el sello de identidad de la casa. Su reparto y su estilo.
En cuanto a su edición en DVD poco podemos decir. Al igual que la entrega anterior nos encontramos con una caja simple de plástico. Los extras, bastante escasos. Unicamente disponemos de el trailer. La carencia de material queda compensada con su precio: 5.99€. Casi la mitad de lo habitual en ediciones de este tipo. Unicamente recomendada para aquellos que disfrutaro con la primera y con la tercera.
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